Tú cuéntame a qué podrías acostumbrarte
aunque la costumbre es nociva
mata el encanto y rompe el encuentro.
Yo no quiero acostumbrarme
quiero que tu cara sea una sorpresa
quiero que tu cuerpo sea una sorpresa.
Yo no quiero más rutinas
yo no quiero volverte un hábito
yo quiero sentirme viva
yo quiero redescubrirte a diario.
Tú dime si quieres acostumbrarte
es decisión tuya volver rutina
a las caricias que recorren mi cuerpo
y el jugueteo infantil de mis caderas.
Más no me pidas que juegue a lo mismo
no me pidas hastiarme del tiempo
no me pidas volvernos comunes
no me pidas hacerme costumbre.
No soy servil, no soy sumisa
no cumplo sueños, sólo fantasías
estaré aquí hoy y cuando menos lo esperes
desapareceré en un suspiro.
Mía.
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