Y me desperté una mañana
desnuda frente al mundo
y fui grito
y fui tormento
y fui revancha
y fui lamento.
Y me levanté en revolución
y recorrí las calles con pancartas
y lancé piedras
y rompí escaparates
y despotriqué contra el yugo
y me sentí impotente
y odié al sistema
y me volví inclemente.
Y fui violencia
y fui destrucción
y fui exabrupto
y fui violación.
Y no hice daño alguno
y la perversión se rió en mi cara
y vi a mis compañeros aburguesarse
y vi a mis compañeras domesticarse
y no hubo paz.
Mía.
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