Me veré por la mañana
miraré al espejo y estaré ahí
observando sin culpas desde mi reflejo.
Y no sabré que guarda esa mirada
pues no seré yo
quien sonría esa mañana.
Me verá por la mañana
esa que vive en mí
y que se asoma en el espejo.
Muchas de ellas me verán por la mañana
tímidas al principio
caminarán libres tras verse en el espejo.
Y no sabrán esconder esas miradas
sonreirán libres, sin ataduras,
plenas de sus reflejos.
Pues ya no necesitan aprobación.
Pues ya no necesitan resguardo.
Pues ya no necesitan reconocerse en otras miradas.
Y abrazaré cada una de sus miradas
mientras sonrién en el espejo
libres, sin ataduras, plenas.
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