Por las noches

Te prefiero por las noches
más amable
más amigo
menos tenso 
más ladino.

Te prefiero por las noches
más concreto
más fluido
menos sutil
más mío.

No me gustas en el día
menos dispuesto
menos afable
más cabal
menos intenso. 

Es que prefiero
la atención de las noches:
las bromas, las sonrisas, 
las ausencias, las caricias,
esas frases inconexas
que me regalas por las noches. 

Mía.

No quieras crecer

Y tus ojitos mirarán mis ojos
disfrutando ese abrazo materno. 
Y tu sonrisa estará siempre lista
disfrutando el cariño fraterno. 

No quieras crecer
que mantenerse niño 
es un placer que dura tan poco.

No quieras ser grande
que tus manitas pequeñas
reciben mejor los detalles felices.

No quieras crecer
que ya tendrás demasiado tiempo
para ser adulto. 

Quedate así más tiempo
niño dulce y malcriado
no seas grandes antes de tiempo
simplemente, no quieras crecer.

Mía.

Quiero

Quiero acurrucarme en tu pecho
y que me guste.
Quiero cerrar los ojos 
y sentir que el universo se detiene
sólo por estar sobre tu pecho. 
Quiero devolver el tiempo
y que tu sonrisa sea otra vez
una gran sonrisa. 
Quiero dejar de estar triste
y que tu sola presencia
sea el bálsamo para mi alma.
Quiero amar tu existencia
sonreirte en las mañanas 
y desearte en las noches.
Quiero que todo sea como antes
antes de tanta vida
antes de tanta ausencia. 
 

Ofensa

¿Tú me hablas de ofensas? 
¿Tú te sientes ofendido?
Qué sabes tú de ofenderse
cuando sin darte cuenta
me ofendes a diario. 

Mis acciones y omisiones,
mis sonrisas, mis tristezas,
mis apuros, mis certezas,
mis corduras, mis torpezas:
nada basta, nada acierta.

Qué sabes tú de ofensas
si tus miradas ofenden
si tus ausencias ofenden
si tus consentimientos ofenden
si tus rechazos ofenden.

Qué sabes tú de ofensas
si no importan mis acciones
nunca es suficiente 
y el momento de alegría
siempre es perecedero. 

Y el siempre mordaz halago 
vive al borde de tu boca
asoma siempre inoportuno
y el siempre mortal consejo
no es más que excusa de ofensa.

¡Y aún dices sentirte ofendido!
Pues poco me importa
sigue tú con tus ofensas
que esta musa se escurre,
ya no la retienes, ya no la apasionas. 

Mía.
 

No estar
no ser
desaparecer.

Sin ruido
sin pena
sin gloria.

No ser
no estar 
no amar

Sin mí
sin ti
sin nosotros. 

No amar
no desear
nunca llorar.

Sin miedo
sin dicha
sin esperanza. 

Sólo seguir

Sólo seguir
sin importar el día
el momento
el instante
el segundo
sólo seguir
que la vida es dinámica
y no espera
no tiene contemplaciones
no entrega respiros
sólo la idea de felicidad
que dura menos
que un instante. 

Sólo seguir
sin apoyo alguno
sin consideraciones
sin aplacar dolores
sin superar tristezas
sin ordenar emociones
que una frase de tu boca
podrá derrumbar
una vida de exitación
una montaña de ilusiones 
los cimientos de un nosotros
el futuro de un "compañeros"
la ilusión del sentirse enamorados.

Sólo seguir
esperar que mañana 
sea menos doloroso
sea menos complicado
sea menos pendencioso
a sabiendas de que no estás
a sabiendas de que no estarás
a sabiendas de que estuviste a medias
a sabiendas de la soledad 
a sabiendas de la promesa incumplida
de una palabra empeñada 
que no tuvo el valor de ser concretada
que se perdió en lo cotidiano.

Mía.

Incómodos

De esas incomodidades hablo
de no saber para donde mirar
de no querer tomarnos un cafe
de no poder sonreir con los ojos
de no desear una mirada complice.

De esas incomodidades hablo
de no darnos el momento
de no poder construir espacios comunes
de no salir a caminar por la tarde
de no querer, en realidad, hacerlo.

De esas imposibilidades hablo
de las salidas que no están
de los saludos que no están
de las despedidas que no están
de los suspiros que no están. 

Pues los silencios abundan
las incomodidades se duplican
las decepciones se siembran 
los fracasos se cosechan
y aún así, el sufrimiento no existe.

Mía.

He dejado de creer

Si, es así, lo admito: 
he dejado de creer.

Las divinidades varias 
ya no responden a mis plegarias.
Aunque la verdad es 
que ya no elevo plegaria alguna. 

Las ideologías varias 
ya no me ayudan a entender.
Aunque la verdad es
que las ideologías me parecen vanas.

El romanticismo barroco
ya no enciende la pasión.
Aunque la verdad es
que la pasión se volvió aburrida. 

Los líderes inspiradores
ya no me causan admiración.
Aunque la verdad es 
que me parecen sólo monigotes egocentristas.

Si, es así, lo admito:
he dejado de creer. 

No creo en promesas
no creo en bajezas
no creo en protestas
no creo en verborreas.

No creo en él
no creo en ti
no creo en nosotros
no creo en nada. 

Mía.
 

Mis deudas

Y pienso
que las deudas no son solo monetarias
y que las que más pesan
son precisamente las que no se pagan con dinero. 

Mis deudas 
aumentan en proporciones inconmesurables
mientras agotas tu oído
y exprimes tu experiencia. 

¿Cuánto hablamos de experiencia?
Si tú agotas tu experiencia
traspasando barreras de mi cuerpo,
¿qué tan grande puede ser la deuda?

Y pienso
que mis deudas en tus arcas van en aumento
mas mi acreedor parece desconocerlas
ni pretende hacer uso de las letras de cambio. 

El caso es que los acreedores
no siempre tienen claro el alcance de las deudas
nos es prerrogativa de ellos
hacerse cargo del alcance emocional de dichos compromisos.

Como sea que fuere
hoy mi deuda contigo crece
y no importa cuánto pague
nunca quedaré al día tras los intereses.

Mía

Maestro y alumna

Quiero aprender a ser libre
a relajarme en la espera
a compartir experiencias 
a olvidar si existes.

Quiero aprender a ser cuerda
a aparentar ser dama de mesa
a sonreir cuando corresponde
a responder como quieres que responda.

Quiero aprender a estar en aprendizaje
a descubrir nuevas experiencias 
a divertirme no sólo en la penumbra
a esperar el momento de aprender. 

Quiero que aprendas
a adivinar que palabras son ciertas
a recorrer lugares impensados 
a entender cuando hablo en serio. 

Y quiero cerrar los ojos tras la lección
descansar plena tras lo aprendido
dormir para asimilar el conocimiento
y sólo gozar del momento vivido.

Mía.
 

No soy

Yo sé bien que te equivocas
que al mirarme ves algo diferente.

Mas no es tu culpa 
si mi cuerpo habla por sí mismo
sin concordar con lo que siente. 

No soy fuerte 
mas mi apariencia 
parece la de un roble.

No soy valiente
mas los temores
parecen huirme.

No soy amable 
y aún así oigo historias
que no son interesantes. 

No soy recatada
y a cambio recibo caricias 
carentes de lascivia. 

Yo se bien que estás ausente
que la vida te absorvió en su regazo. 

Mas no me importa 
si vienes o no vienes
mientras seas parte del presente.

No pido tiempo
no pido apoyo
no pido nada. 

Mía.

Pensamiento diario

Cada día una palabra
cada día una sonrisa
cada día un recuerdo
cada día una caricia.

Por la mañana evocar
a media tarde resonar
cuando atardece divagar
y ya de noche sólo amar. 

Y a media noche
esperar una señal
que haga aumentar la cuenta 
de mis deudas sentimentales.

Porque lo que aparece en las cartas
nunca resulta ser literal y certero
y lo que necesitabas
adquiere figura difusa y disimil. 

Cada día sólo palabras
cada día ausencia de sonrisa
cada día creamos un recuerdo
cada día esperar una caricia.

Mía.

Descanso

Dame un momento de descanso
de tanta vida
de tanta espera
de tanto pavor
de tanta ausencia.

Dame una pincelada de dicha
que estoy ausente 
que estoy enfadada
que estoy distante
que estoy diferente. 

Otórgame el beneficio de la duda
que a veces fallo
que a veces vacilo
que a veces sospecho
que a veces sucumbo.

Sólo encárgate de hacerme sonreir
aunque esté triste
aunque sea arduo
aunque esté cansada
aunque estés cansado.

Reflejos

Me veré por la mañana
miraré al espejo y estaré ahí
observando sin culpas desde mi reflejo.

Y no sabré  que guarda esa mirada
pues no seré yo
quien sonría esa mañana.

Me verá por la mañana
esa que vive en mí
y que se asoma en el espejo. 

Muchas de ellas me verán por la mañana
tímidas al principio 
caminarán libres tras verse en el espejo. 

Y no sabrán esconder esas miradas
sonreirán libres, sin ataduras, 
plenas de sus reflejos. 

Pues ya no necesitan aprobación.
Pues ya no necesitan resguardo.
Pues ya no necesitan reconocerse en otras miradas. 

Y abrazaré cada una de sus miradas
mientras sonrién en el espejo
libres, sin ataduras, plenas.

No te equivoques

No te equivoques,
no fuiste tú 
quien inspiró mis versos. 

Mis coplas son para otra boca
así como esta boca
pertenece a otra boca.

No te equivoques, 
pasada la algarabía
viene el tiempo del descanso. 

No caben lamentaciones
ni quedarse en el momento
pues muy poco dura el entusiasmo.

No te equivoques
que no eras tentación
ni estabas en todas partes.

Cuando la luz se encienda
nos miraríamos a los ojos
y no habría nada.

No te equivoques
que esta musa se escurre
escapa en todo momento.

Nada la retiene.
Nada la apasiona.
Nada la convence.
Nada,

Mía.

Confesiones

Tengo miedo de que
al abrir los ojos
no te guste lo que veas.

Que esta imagen del presente
no se paresca en nada
a esa que tienes en tu cabeza.

Tengo miedo de que al despertar
20 años pasen de golpe
en un pestañeo.

Que ya sin entusiasmo
el despertar me impida
esconder tantos defectos.

Tengo miedo de dejar
de verme en tu sonrisa
si me miras dos veces.

Porque me gusta
ver mi reflejo 
en tu sonrisa.

Porque me gusta
ser la mujer 
de tu memoria. 

Porque me gusta
cerrar los ojos
y sentirte frente a frente.

Porque me gusta
la mujer que soy
cuando estoy contigo. 

Mía. 

No estás

Quiero hablarte, pero no estás.
Quiero verte, pero no estás.
Quiero contarte sobre las cosas cotidianas,
pero de ti sólo hay una tremenda ausencia.

Ya no estás cuando prendo la TV a las 2
para compartir esas novelas de la tarde.

Y a ratos no entiendo tanta ausencia
si después de tanto tiempo y tanta vida
sigue ese abismo en el que no estás.

Porque eras silencio
porque eras constancia
porque eras compañía
porque eras presencia
porque eras historia
porque eras belleza.

Porque cuando me mirabas
veías el fondo de mi alma.

Y quiero hablarte, pero ya no estás.

Abismo

Hoy no tengo poesía en las venas
sólo un tremendo abismo
que todo lo llena.

Hoy no tengo mariposas en mi garganta
sólo una roca dura
fría y amarga. 

Hoy ya no veo sonrisas en la cara de la gente
sólo indiferencia, muecas tristes 
un desfile de miradas apagadas. 

Hoy la tristeza se ha asentado en mi memoria
y busca perpetuarse 
en el fondo de mi alma. 

Hoy he decidido acoger a la tristeza
darle un espacio en mi alma
aceptarla, defenderla, acariciarla. 

Hoy abandono la lucha por la felicidad eterna
y me entrego a la vida sin ambiciones. 

Quien sabe si de tanto aceptarla
la tristeza se asienta 
y logramos que la vida
sea apacible y feliz.