A ratos descubro
que sé tan poco
sobre la vida.
Hay días en que quisiera
aprenderlo todo en un instante.
Hay otros en que preferiría
vivir en la total ignorancia.
Pero la inexperiencia
parece ser imperecedera
aún cuando trates de apagarla.
Hay momentos en que sería un juego
el aprehenderte, el explorarte.
Hay otros en que pareces no existir
no ser, no estar, desaparecer.
Más tu presencia lo llena todo
impávida, arrolladora, inexpugnable
y me descubro extrañando algo que desconosco.
Y más temprano que tarde estarás aquí
y yo seguiré extrañando eso que en tí no existe.
Mía.
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