Nadie que me cuente un cuento de despedida
ni me cante una canción de cuna
para arrullarme en medio de la noche.
Negra noche de penumbras
que se engulle los reproche.
Yo sé bien que no parezco
mujer a la que regalar rosas
que me veo más bien
como esa que no quiere regalos
ni caricias, ni galanteos.
Pero de noche no importa como nos veamos
ni lo que parecemos.
De noche todos queremos requiebros
mimos, gorjeos y cunas,
y la noche no es sólo cuando están las penumbras.
Negra noche de mí te burlas
y burlesco es aquel que te habita
que sinuoso y sonriente extiende su noche al mediodía
y trae la negrura a plena luz de día.
Negra noche que todo lo saturas.
Ya no quiero bailes ni canciones
no quiero versos, no quiero compensaciones
no quiero noche oscura ni mañana abrazadora
no quiero oir más ofertas ni más lisonjas
no quiero más tormenta no quiero más trifulca.
Negra noche te ciernes sobre mi existencia
y extiendes tus tentáculos por todas partes.
Negra noche eres la nada que se abalanza
que arremete, que aplasta, que embiste, que espanta.
Negra noche supongo que sólo tú me acompañas.
Mía.
Brice Echenique escribió hace tiempo otra amigdalitis. Ésta es mi amigdalitis, porque al igual que la otra protagonista, seré sólo Mía.
lunes, febrero 24, 2014
viernes, febrero 21, 2014
Prototipo
Me pongo a divagar
y ahí estás tú,
sin cara
sin nombre
sin cuerpo.
No es que existas
es que no estás
no eres
no resides
no permaneces.
Tampoco es que te halle
estás en algunas risas
en algunos cuerpos
en algunas palabras
en algunas caricias.
Es la vaguedad de la existencia
de la inexistencia
del amar y no amar
la presencia y la ausencia
la elucubración y el deseo.
Es cavilar en algún recuerdo
abstraerse en algún deseo
ensimismarse en algún secreto
meditar en algún empeño
idealizar ese contacto prohibido.
Porque existes y no eres
fuiste un poco de cada historia
un trozo de cada recuerdo
serás ese sueño que no alcanzo
el pudor que nunca tuvo ese cuerpo.
Mía.
y ahí estás tú,
sin cara
sin nombre
sin cuerpo.
No es que existas
es que no estás
no eres
no resides
no permaneces.
Tampoco es que te halle
estás en algunas risas
en algunos cuerpos
en algunas palabras
en algunas caricias.
Es la vaguedad de la existencia
de la inexistencia
del amar y no amar
la presencia y la ausencia
la elucubración y el deseo.
Es cavilar en algún recuerdo
abstraerse en algún deseo
ensimismarse en algún secreto
meditar en algún empeño
idealizar ese contacto prohibido.
Porque existes y no eres
fuiste un poco de cada historia
un trozo de cada recuerdo
serás ese sueño que no alcanzo
el pudor que nunca tuvo ese cuerpo.
Mía.
jueves, febrero 20, 2014
¿Quieres jugar conmigo?
Cada mañana es un juego
y yo soy cómo una niña pequeña
inmersa en una gran juguetería.
A ratos entro en el departamento de disfraces
y puedo vestir vidas diversas
roles distintos para distintas circunstancias.
Otras veces, la vida me regala una casa de muñecas
y en ella cobijarme para descansar del juego
dejar que florezca esa que oculto en el fondo.
Pocas veces acepto un compañero de juegos
es que los niños son crueles y gustan de mandar el juego
yo en cambio, prefiero que sólo crean que sigo sus reglas.
En esta gran juguetería yo soy la dueña
muchos han entrado, pocos se han quedado
pero una vez que crecen no regresan, ya no juegan.
Y lo que más me gusta es la treta que te juego
cuando crees que esa que conociste aquella noche
realmente existe, cuando cada mañana es un juego.
Y que pierdo en preguntarte
si dejas de lado al adulto y
¿quieres jugar conmigo?
Mía.
y yo soy cómo una niña pequeña
inmersa en una gran juguetería.
A ratos entro en el departamento de disfraces
y puedo vestir vidas diversas
roles distintos para distintas circunstancias.
Otras veces, la vida me regala una casa de muñecas
y en ella cobijarme para descansar del juego
dejar que florezca esa que oculto en el fondo.
Pocas veces acepto un compañero de juegos
es que los niños son crueles y gustan de mandar el juego
yo en cambio, prefiero que sólo crean que sigo sus reglas.
En esta gran juguetería yo soy la dueña
muchos han entrado, pocos se han quedado
pero una vez que crecen no regresan, ya no juegan.
Y lo que más me gusta es la treta que te juego
cuando crees que esa que conociste aquella noche
realmente existe, cuando cada mañana es un juego.
Y que pierdo en preguntarte
si dejas de lado al adulto y
¿quieres jugar conmigo?
Mía.
martes, febrero 18, 2014
Soluciones de cama
Y yo supongo que pronto
nos tocará retozar en la cama
De todas formas
siempre terminamos en eso
No importa lo que hagamos
nuestra cama nunca nos alberga para dormir
Y nos volveremos una maraña de brazos
de piernas, de gemidos y lamentos
El placer nos visitará a ratos
otras veces, pasará de largo
Y buscaré acabar con el desconsuelo
retozada, gozada, acabada
Al final siempre se vuelve una buena solución
terminar con los problemas compartiendo frazadas
Es menos el frio, es menos la angustia
es más el placer y mejor la entrega.
Mía.
nos tocará retozar en la cama
De todas formas
siempre terminamos en eso
No importa lo que hagamos
nuestra cama nunca nos alberga para dormir
Y nos volveremos una maraña de brazos
de piernas, de gemidos y lamentos
El placer nos visitará a ratos
otras veces, pasará de largo
Y buscaré acabar con el desconsuelo
retozada, gozada, acabada
Al final siempre se vuelve una buena solución
terminar con los problemas compartiendo frazadas
Es menos el frio, es menos la angustia
es más el placer y mejor la entrega.
Mía.
jueves, febrero 13, 2014
Ignorancia
A ratos descubro
que sé tan poco
sobre la vida.
Hay días en que quisiera
aprenderlo todo en un instante.
Hay otros en que preferiría
vivir en la total ignorancia.
Pero la inexperiencia
parece ser imperecedera
aún cuando trates de apagarla.
Hay momentos en que sería un juego
el aprehenderte, el explorarte.
Hay otros en que pareces no existir
no ser, no estar, desaparecer.
Más tu presencia lo llena todo
impávida, arrolladora, inexpugnable
y me descubro extrañando algo que desconosco.
Y más temprano que tarde estarás aquí
y yo seguiré extrañando eso que en tí no existe.
Mía.
que sé tan poco
sobre la vida.
Hay días en que quisiera
aprenderlo todo en un instante.
Hay otros en que preferiría
vivir en la total ignorancia.
Pero la inexperiencia
parece ser imperecedera
aún cuando trates de apagarla.
Hay momentos en que sería un juego
el aprehenderte, el explorarte.
Hay otros en que pareces no existir
no ser, no estar, desaparecer.
Más tu presencia lo llena todo
impávida, arrolladora, inexpugnable
y me descubro extrañando algo que desconosco.
Y más temprano que tarde estarás aquí
y yo seguiré extrañando eso que en tí no existe.
Mía.
martes, febrero 11, 2014
Espera
Es distante la nobleza
el tiempo puede ser eterno
y la distancia perpetua.
Y aún así el recuerdo
seguirá tejiendo caos
en la memoria.
No habrá sonrisa entonces
ni polvo de estrella
que alegre la rutina.
Porque los imposibles
avanzan a paso firme
como riego de realidad.
No tendremos oportunidad alguna
de imaginar figuras en la nubes
o renombrar las estrellas.
Más siempre tendremos la venia
después de la despedida
la casualidad que nos da esperanza.
Y sonreir en la distancia
y recordar en la espera
y acariciar nuestras memorias.
Mía.
el tiempo puede ser eterno
y la distancia perpetua.
Y aún así el recuerdo
seguirá tejiendo caos
en la memoria.
No habrá sonrisa entonces
ni polvo de estrella
que alegre la rutina.
Porque los imposibles
avanzan a paso firme
como riego de realidad.
No tendremos oportunidad alguna
de imaginar figuras en la nubes
o renombrar las estrellas.
Más siempre tendremos la venia
después de la despedida
la casualidad que nos da esperanza.
Y sonreir en la distancia
y recordar en la espera
y acariciar nuestras memorias.
Mía.
sábado, febrero 08, 2014
En la cama
Tumbados en la cama no hay miedo
desnudos todos nos vemos iguales
de todas formas no importa lo que tienes
cuando el placer te tiene abandonado.
¿Y qué importa el accidente de la vida
que nos lleva a reecontrarnos con el pasado
nos tumba y nos levanta, nos revuelve,
nos encanta, nos hace pensar de más?
Qué importa, si tumbados en la cama
el miedo pierde sentido y desnudos
todos somos igual de absurdo
todo pierde importancia menos tu cuerpo.
Ya no siento miedo cuando mi cuerpo
comparte el calor de otro cuerpo
tumbados en la cama de arcoiris
tumbados en la cama del desvelo.
desnudos todos nos vemos iguales
de todas formas no importa lo que tienes
cuando el placer te tiene abandonado.
¿Y qué importa el accidente de la vida
que nos lleva a reecontrarnos con el pasado
nos tumba y nos levanta, nos revuelve,
nos encanta, nos hace pensar de más?
Qué importa, si tumbados en la cama
el miedo pierde sentido y desnudos
todos somos igual de absurdo
todo pierde importancia menos tu cuerpo.
Ya no siento miedo cuando mi cuerpo
comparte el calor de otro cuerpo
tumbados en la cama de arcoiris
tumbados en la cama del desvelo.
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