La historia comienza así: "Se levantaba temprano por la mañana, antes de las cinco, y mientras sus amigas le hacían la fila para la carne, ella corría hasta el depósito de carbón para poder llegar con la carga a la pensión y empezar a dar el desayuno antes de las siete"...
Así inicia la historia y mientras el tecleo de la máquina rompe la nívea superficie de papel, casi escucha el crepitar del fuego, los pensionistas pidiendo café, el frío de las mañanas en la pampa parece que vuelve a resquebrajar la piel de las manos...
Y cuando abre los ojos, tiene los trozos de carbón en las manos y los pone en la salamandra... y mientras sus amigas le guardan el puesto en la fila del pan, el calor y el tecleo sobre la nívea superficie de papel se esfuman en el viento de la pampa, se transforman en otro más de los granos de salitre que le roban a los cerros esos hombres que ahora el piden café...
Así inicia la historia y mientras el tecleo de la máquina rompe la nívea superficie de papel, casi escucha el crepitar del fuego, los pensionistas pidiendo café, el frío de las mañanas en la pampa parece que vuelve a resquebrajar la piel de las manos...
Y cuando abre los ojos, tiene los trozos de carbón en las manos y los pone en la salamandra... y mientras sus amigas le guardan el puesto en la fila del pan, el calor y el tecleo sobre la nívea superficie de papel se esfuman en el viento de la pampa, se transforman en otro más de los granos de salitre que le roban a los cerros esos hombres que ahora el piden café...
3 comentarios:
tengo dudas, es un blog a dos bandas?
ta re lindo
No sabes la sorpresa y la alegría que me llevé cuando ví tu mensaje. Creo que no está de más decirte que en muchas ocasiones hay un especial recuerdo para tí. Tengo esas fotos inolvidables en el locutorio y son muy nostálgicas.
A Antofagasta no viajo hace mucho tiempo. Enero del 2005 fue la última vez que pasé por ahí y sólo estuve dos días. No sé cuando pueda volver. De todas formas, ya que ví que estás escribiendo nuevamente, seguiré visitándote. Por ahora, me animaré a solicitar un cafecito, pa' seguir con esa historia ¿te parece?
Un abrazo!
Eres escritora, sino lo eres debes pensar en cambiar de rumbo tu vida...
encuentro genial mezclar vivencias con la contra parte de cuentos...
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