Hay voces que no deberíamos oir
pequeñas apariciones de un pasado
que nos avergüenza y nos paraliza.
Las voces de la memoria
no siempre traen buenas noticias
no siempre traen buenos presagios.
Hay recuerdos que me ponen triste
como esa mañana en que quise despedirme
y ella ya no estaba.
Hay momentos en los que me desconozco.
No soy ni caliz ni tormento.
Nadie me conoce. Tú no me conoces.
Hay días calcados de una melodía
Días de cantos enloquecidos
Y de traiciones fugaces.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario