La historia comienza así: "Se levantaba temprano por la mañana, antes de las cinco, y mientras sus amigas le hacían la fila para la carne, ella corría hasta el depósito de carbón para poder llegar con la carga a la pensión y empezar a dar el desayuno antes de las siete"...
Así inicia la historia y mientras el tecleo de la máquina rompe la nívea superficie de papel, casi escucha el crepitar del fuego, los pensionistas pidiendo café, el frío de las mañanas en la pampa parece que vuelve a resquebrajar la piel de las manos...
Y cuando abre los ojos, tiene los trozos de carbón en las manos y los pone en la salamandra... y mientras sus amigas le guardan el puesto en la fila del pan, el calor y el tecleo sobre la nívea superficie de papel se esfuman en el viento de la pampa, se transforman en otro más de los granos de salitre que le roban a los cerros esos hombres que ahora el piden café...
Así inicia la historia y mientras el tecleo de la máquina rompe la nívea superficie de papel, casi escucha el crepitar del fuego, los pensionistas pidiendo café, el frío de las mañanas en la pampa parece que vuelve a resquebrajar la piel de las manos...
Y cuando abre los ojos, tiene los trozos de carbón en las manos y los pone en la salamandra... y mientras sus amigas le guardan el puesto en la fila del pan, el calor y el tecleo sobre la nívea superficie de papel se esfuman en el viento de la pampa, se transforman en otro más de los granos de salitre que le roban a los cerros esos hombres que ahora el piden café...